La
Capilla SAN BENITO saluda con cariño a los vecinos y los invita a participar de
las siguientes actividades:
MES de julio: Todos
los sábados: 2, 9, 16, 23 y 30 a las 16:15hs. Santa MISA.
A las 15:00hs. catequesis de Comunión y de
Confirmación para los que desean recibir
los Sacramentos y vivir junto a Jesús y María.
A partir del primero de junio se cerraron las inscripciones a la catequesis para este año
2016.
Se requiere puntualidad y cuidada asistencia para la CATEQUESIS y la MISA y avisar a la catequista cuando el chico no puede ASISTIR a la catequesis.
Se requiere puntualidad y cuidada asistencia para la CATEQUESIS y la MISA y avisar a la catequista cuando el chico no puede ASISTIR a la catequesis.
- 2 de Julio: Misa del domingo 14° domingo durante el año C.
- 6 de Julio: Santa María Goretti, virgen y mártir.
- 9 de Julio: Nuestra Señora de Itatí.
- 9 de Julio: Misa del domingo 15° domingo durante el año C.
- 11 de Julio: FIESTA PATRONAL DE SAN BENITO. Recordamos al Padre JUAN BARRIO HERRERO. Se ordenó sacerdote el 15 de julio de 1963 en Segovia (España).
- 16 de Julio: Misa del domingo 16° domingo durante el año C.
- 16 de Julio: Nuestra Señora del Carmen.
- 20 de Julio: día del amigo.
- 22 de Julio: Santa María Magdalena.
- 23 de Julio: Misa del domingo 17° domingo durante el año C.
- 25 de Julio: Fiesta del Apóstol Santiago.
- 26 de Julio: Santos Joaquín y Ana, Padres de la Virgen María.
- 29 de Julio: Santa Marta.
- 30 de Julio: Misa del domingo 18° domingo durante el año C.
PARA LA XXXI JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD: 2.016
«Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt. 5,7)
Queridos jóvenes: (3ª parte)
La extraordinaria alegría de ser instrumentos de la misericordia de Dios
La extraordinaria alegría de ser instrumentos de la misericordia de Dios
La Palabra de Dios nos enseña que
«la felicidad está más en dar que en recibir» (Hch 20,35). Precisamente
por este motivo la quinta Bienaventuranza declara felices a los
misericordiosos. Sabemos que es el Señor quien nos ha amado primero. Pero sólo
seremos de verdad bienaventurados, felices, cuando entremos en la lógica divina
del don, del amor gratuito, si descubrimos que Dios nos ha amado infinitamente
para hacernos capaces de amar como Él, sin medida. (…) Después de haberles
explicado a ustedes en modo muy resumido cómo ejerce el Señor su misericordia
con nosotros, quisiera sugerirles cómo podemos ser concretamente instrumentos
de esta misma misericordia hacia nuestro prójimo. Me viene a la mente el ejemplo del beato Pier
Giorgio Frassati. Él
decía: «Jesús me visita cada mañana en la Comunión, y yo restituyo del
mísero modo que puedo, visitando a los pobres». Pier Giorgio era un joven que
había entendido lo que quiere decir tener un corazón misericordioso, sensible a
los más necesitados. A ellos les daba mucho más que cosas materiales; se daba a
sí mismo, empleaba tiempo, palabras, capacidad de escucha. Servía siempre a los
pobres con gran discreción, sin ostentación. Vivía realmente el Evangelio que
dice: «Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la
derecha, para que tu limosna quede en secreto» (Mt 6,3-4). Piensen que
un día antes de su muerte, estando gravemente enfermo, daba disposiciones de
cómo ayudar a sus amigos necesitados. En su funeral, los familiares y amigos se
quedaron atónitos por la presencia de tantos pobres, para ellos desconocidos,
que habían sido visitados y ayudados por el joven Pier Giorgio. (…)
Déjense inspirar por la oración
de Santa Faustina, humilde apóstol de la Divina Misericordia de nuestro tiempo:
«Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás
recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de
mi prójimo y acuda a ayudarla […] a que mis oídos sean misericordiosos para que
tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y
gemidos […] a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable
negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón
para todos […] a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras
[…] a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer
a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio […] a que mi corazón
sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo» (Diario
163). El mensaje de la Divina Misericordia constituye un programa de vida muy
concreto y exigente, pues implica las obras. Una de las obras de misericordia
más evidente, pero quizás más difícil de poner en práctica, es la de perdonar a
quien te ha ofendido, quien te ha hecho daño, quien consideramos un enemigo.
«¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el
instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del
corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son
condiciones necesarias para vivir felices» (Misericordiae
Vultus, 9(…).
¡Cracovia nos espera!
¡Cracovia nos espera!
Faltan pocos meses para nuestro
encuentro en Polonia. Cracovia, la ciudad de San Juan Pablo II y de Santa
Faustina Kowalska, nos espera con los brazos y el corazón abiertos. Creo que la
Divina Providencia nos ha guiado para celebrar el Jubileo de los Jóvenes
precisamente ahí, donde han vivido estos dos grandes apóstoles de la
misericordia de nuestro tiempo. Juan Pablo II había intuido que este era el
tiempo de la misericordia. Al inicio de su pontificado escribió la encíclica Dives
in Misericordia. En el Año Santo 2000 canonizó a Sor Faustina instituyendo también la Fiesta de la Divina Misericordia en el segundo
domingo de Pascua. En el año 2002 consagró personalmente en Cracovia el
Santuario de Jesús Misericordioso, encomendando el mundo a la Divina
Misericordia y esperando que este mensaje llegase a todos los habitantes de la
tierra, llenando los corazones de esperanza: «Es preciso encender esta chispa
de la gracia de Dios. Es preciso transmitir al mundo este fuego de la
misericordia. En la misericordia de Dios el mundo encontrará la paz, y el
hombre, la felicidad» (Homilía
para la Consagración del Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia, 17 de agosto de 2002).
Queridos jóvenes, Jesús
misericordioso, retratado en la imagen venerada por el pueblo de Dios en el
santuario de Cracovia a Él dedicado, les espera. ¡Él se fía de ustedes y cuenta
con ustedes! Tiene tantas cosas importantes que decirle a cada uno y cada una
de ustedes… No tengan miedo de contemplar sus ojos llenos de amor infinito
hacia ustedes y déjense tocar por su mirada misericordiosa, dispuesta a
perdonar cada uno de sus pecados, una mirada que es capaz de cambiar la vida de
ustedes y de sanar sus almas, una mirada que sacia la profunda sed que demora
en sus corazones jóvenes: sed de amor, de paz, de alegría y de auténtica
felicidad. ¡Vayan a Él y no tengan miedo! Vengan para decirle desde lo más
profundo de sus corazones: “¡Jesús, confío en Ti!”. Déjense tocar por su
misericordia sin límites, para que ustedes a su vez se conviertan en apóstoles
de la misericordia mediante las obras, las palabras y la oración, en nuestro
mundo herido por el egoísmo, el odio y tanta desesperación. Lleven la llama del
amor misericordioso de Cristo – del que habló San Juan Pablo II – a los
ambientes de su vida cotidiana y hasta los confines de la tierra. En esta
misión, yo les acompaño con mis mejores deseos y mi oración, les encomiendo
todos a la Virgen María, Madre de la Misericordia, en este último tramo del
camino de preparación espiritual hacia la próxima JMJ de Cracovia, y los
bendigo de todo corazón.
Desde el Vaticano, 15 de agosto
de 2015 Solemnidad de la Asunción de la Virgen María
Francisco
RECORDAMOS
LOS CUMPLEAÑOS DE:
05/07
Maribel López
12/07 Irma Pérez
14/07
Gustavo Heredia